Cuando un familiar sufre una enfermedad grave y necesitamos desplazarnos urgentemente, podemos encontrarnos en una situación límite si somos detenidos en un control de alcoholemia. Como abogado especializado en delitos contra la seguridad vial, he defendido numerosos casos donde la enfermedad grave familiar como atenuante en alcoholemia ha sido determinante para modificar la calificación jurídica o reducir significativamente la pena.
Entiendo perfectamente la angustia que sientes si te encuentras en esta situación: por un lado, la urgencia de atender a tu ser querido; por otro, el miedo a las consecuencias penales de un positivo en alcoholemia. En este artículo analizaré cuándo una emergencia familiar puede considerarse una urgencia justificada que atenúe o incluso exima de responsabilidad penal, y qué estrategias legales podemos implementar para tu defensa.
¿Cuándo se considera una enfermedad familiar como atenuante en delitos de alcoholemia?
La legislación española, concretamente el artículo 379.2 del Código Penal, tipifica como delito conducir con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 mg/l (o 1,2 g/l en sangre). Sin embargo, existen circunstancias que pueden modificar la responsabilidad penal del conductor.
Para que una enfermedad grave de un familiar pueda considerarse como atenuante en un caso de alcoholemia, deben concurrir varios elementos:
- Existencia real y documentable de la emergencia médica
- Relación de causalidad entre la urgencia y la necesidad de conducir
- Proporcionalidad entre el riesgo asumido y el bien jurídico protegido
- Inexistencia de alternativas razonables (como llamar a una ambulancia o a un taxi)
En mi experiencia defendiendo casos de positivo en alcoholemia con circunstancias atenuantes, he comprobado que los tribunales valoran especialmente la documentación médica que acredite la gravedad de la situación y la inmediatez de la necesidad de desplazamiento.
Estado de necesidad como eximente en controles de alcoholemia
El artículo 20.5 del Código Penal contempla el estado de necesidad como eximente completa. Aquí es donde la urgencia por enfermedad grave familiar cobra especial relevancia en los delitos por alcoholemia.
Para que se aplique esta eximente, debemos probar que:
- Existía un mal real, grave e inminente (la situación médica crítica del familiar)
- La acción de conducir bajo los efectos del alcohol era necesaria para evitar ese mal
- No se provocó intencionadamente la situación de necesidad
- No existía obligación profesional de sacrificarse (no eres médico de guardia, por ejemplo)
Lo que suelo explicar a mis clientes es que, aunque es difícil conseguir una eximente completa, en muchos casos podemos lograr que se aplique como eximente incompleta o atenuante, lo que reduce considerablemente las consecuencias penales del delito de alcoholemia.
Jurisprudencia sobre urgencia familiar en casos de alcoholemia
Los tribunales españoles han establecido criterios interpretativos sobre cuándo una emergencia familiar puede constituir un atenuante en delitos contra la seguridad vial. El Tribunal Supremo ha señalado que debe existir una proporcionalidad entre el mal que se pretende evitar y el causado.
Por ejemplo, conducir con una tasa moderadamente superior a la permitida para llevar a un familiar con síntomas de infarto al hospital más cercano podría considerarse una circunstancia atenuante. Sin embargo, conducir con tasas muy elevadas de alcoholemia, poniendo en grave riesgo a otros usuarios de la vía, difícilmente se justificaría incluso ante una emergencia familiar.
Documentación necesaria para acreditar la enfermedad grave familiar como atenuante
Si te encuentras en la situación de haber dado positivo en un control de alcoholemia mientras acudías a atender una emergencia familiar por enfermedad grave, es fundamental recopilar:
- Informes médicos que acrediten la gravedad y urgencia de la situación
- Registros de llamadas telefónicas recibidas informando de la emergencia
- Testimonios de familiares o personal sanitario
- Historial médico previo que justifique la preocupación por la urgencia
- Prueba de la relación familiar con la persona enferma
Aquí viene lo que nadie te cuenta tras un control de alcoholemia: el momento de la detención es crucial. Debes informar inmediatamente a los agentes sobre la situación de emergencia y solicitar que quede reflejado en el atestado policial.
Estrategia procesal en el juicio rápido por alcoholemia
Cuando enfrentamos un juicio rápido por alcoholemia con una circunstancia atenuante como la enfermedad grave de un familiar, la estrategia procesal debe ser meticulosa:
- Presentar escrito de defensa detallando la situación de urgencia
- Aportar toda la documentación médica disponible
- Proponer testigos que corroboren la emergencia familiar
- Solicitar, si es necesario, un informe pericial médico sobre la gravedad de la situación
- Plantear la aplicación del estado de necesidad como eximente o atenuante
En mi experiencia como abogado especializado en delitos por alcoholemia, he comprobado que una defensa bien estructurada puede conseguir desde la absolución hasta una reducción significativa de la pena, evitando la retirada del carnet por alcohol o los antecedentes penales.
Diferencia entre urgencia justificada y simple excusa en delitos de alcoholemia
Los tribunales son rigurosos a la hora de distinguir entre una verdadera urgencia justificada por enfermedad grave familiar y una simple excusa para eludir responsabilidades tras dar positivo en un control.
Para que la situación sea considerada como atenuante, debe cumplir estos requisitos:
- Inmediatez temporal entre la noticia de la emergencia y la conducción
- Gravedad objetiva de la situación médica del familiar
- Imposibilidad real de utilizar otros medios de transporte
- Trayecto directo hacia el lugar de la emergencia
Este paso marca toda la diferencia en tu defensa: debemos demostrar que no se trata de una excusa improvisada, sino de una situación real de necesidad que motivó la conducción bajo los efectos del alcohol.
Casos prácticos: cuando la enfermedad grave familiar modificó la sentencia por alcoholemia
A lo largo de mi carrera he defendido diversos casos donde la enfermedad grave familiar como atenuante en alcoholemia ha sido determinante. Veamos algunos ejemplos representativos:
Caso 1: Emergencia hospitalaria de hijo menor
Un padre recibió una llamada a medianoche informándole que su hijo de 5 años había sido ingresado con una crisis respiratoria grave. Tras haber consumido alcohol durante la cena, decidió conducir al hospital. Fue detenido en un control con una tasa de 0,65 mg/l en aire.
Resultado: Se aplicó una atenuante muy cualificada por estado de necesidad, evitando la pena de prisión y reduciendo la retirada del carné a 3 meses.
Caso 2: Familiar con crisis cardíaca
Una mujer condujo para auxiliar a su madre, que vivía sola y la había llamado con síntomas de infarto. Dio positivo con 0,70 mg/l en un control rutinario.
Resultado: Conseguimos una sentencia absolutoria al demostrarse el estado de necesidad completo, ya que la madre efectivamente estaba sufriendo un infarto y no había servicio de ambulancias disponible en menos de 30 minutos.
Cómo actuamos desde mi despacho en casos de alcoholemia con atenuantes
Cuando un cliente llega a TopAlcoholemias tras dar positivo en un control mientras acudía a una emergencia familiar, activamos un protocolo específico:
- Entrevista detallada para conocer todas las circunstancias del caso
- Recopilación inmediata de documentación médica sobre la emergencia
- Contacto con testigos y personal sanitario
- Análisis del procedimiento policial durante el control de alcoholemia
- Preparación de una estrategia de defensa basada en el estado de necesidad
Veamos por qué este detalle puede cambiar el resultado del juicio: una defensa genérica tiene pocas posibilidades de éxito, mientras que una defensa especializada que acredite la urgencia justificada por enfermedad grave familiar puede conseguir desde la absolución hasta una reducción significativa de la pena.
Preguntas frecuentes sobre enfermedad grave familiar como atenuante en alcoholemia
¿Cualquier emergencia médica familiar puede considerarse atenuante en un control de alcoholemia?
No todas las situaciones médicas califican como atenuante. Para que la enfermedad grave familiar sea considerada como circunstancia modificativa de la responsabilidad penal, debe tratarse de una situación objetivamente grave, urgente e inaplazable. Situaciones como infartos, accidentes graves, hemorragias o crisis respiratorias severas tienen más posibilidades de ser aceptadas como atenuantes que dolencias leves o crónicas sin agravamiento súbito.
¿Puedo evitar el juicio por alcoholemia si demuestro que conducía por una emergencia familiar?
Generalmente no se evita el proceso judicial, pero una urgencia justificada por enfermedad grave bien documentada puede influir decisivamente en el resultado. En algunos casos, el Ministerio Fiscal puede solicitar el archivo si la situación de necesidad está plenamente acreditada, aunque lo más habitual es que se celebre el juicio y se valore la circunstancia atenuante durante el mismo.
¿Qué ocurre si la policía no me permitió continuar hacia el hospital durante el control de alcoholemia?
Si durante un control de alcoholemia informaste a los agentes sobre la emergencia familiar y no te permitieron continuar, este hecho debe quedar documentado y puede ser relevante para tu defensa. Es fundamental solicitar que conste en el atestado la emergencia comunicada y, si es posible, pedir a los agentes que verifiquen la situación contactando con el hospital o facilitando el traslado. Esta actuación policial será valorada por el juez al determinar la aplicación del atenuante por enfermedad grave familiar.
Conclusión: La importancia de una defensa especializada en casos de alcoholemia con circunstancias atenuantes
La enfermedad grave familiar como atenuante en delitos de alcoholemia representa una circunstancia excepcional que puede modificar sustancialmente las consecuencias penales. Sin embargo, su aplicación no es automática y requiere una defensa técnica especializada que sepa acreditar todos los elementos del estado de necesidad.
Si te has visto en la situación de conducir bajo los efectos del alcohol debido a una emergencia médica familiar, no dejes tu defensa en manos inexpertas. Cada detalle cuenta, desde el momento mismo del control hasta la presentación de pruebas en el juicio rápido.
En mi despacho especializado en delitos contra la seguridad vial, analizamos minuciosamente cada caso para determinar si la urgencia por enfermedad grave familiar puede constituir un atenuante o eximente, y desarrollamos una estrategia de defensa personalizada que maximice tus posibilidades de obtener el mejor resultado posible.
Recuerda que actuar con rapidez es fundamental: cuanto antes contactes con un abogado especializado, mayores serán las posibilidades de recopilar toda la documentación necesaria para acreditar la situación de urgencia justificada.


